Otra tarde compartida en el Museo. Pese al frío, muchos vecinos se acercaron a disfrutar de la propuesta artística que, en esta oportunidad, fue muy variada.
El espectáculo
“Cosquillas al viento” logró captar la atención de grandes y chicos, de principio a fin. Con una exquisita síntesis de teatro, circo y acrobacia, los personajes fueron hilvanando una historia sencilla y muy tierna, que llenó el aire de música y color.
Luego se presentó el
ballet folklórico del Museo,
“Wayra Susay”, que con cada actuación se va perfeccionando aún más y ya cuenta con público propio.
Más tarde, fue el turno del
maestro de música Diego González quien, con un formato de taller, fue presentando distintos
instrumentos musicales y contando sus historias rescatadas de la tradición de los
pueblos originarios.
Hubo gran participación de los chicos en el escenario y se construyeron distintos instrumentos con materiales de descarte que los niños, muy entusiasmados, pudieron llevarse a sus casas.
Casi acompañando la caída del sol, el
dúo “Las voces del alma” hizo bailar a varias parejas y aplaudir bien fuerte a los valientes espectadores que resistieron el frío y fueron compensados con hermosas interpretaciones musicales.
Los chicos también pudieron participar de las actividades recreativas a cargo de los
profesores de la
Subsecretaría de Deportes y, a la hora de la merienda, fueron convidados con leche caliente y galletitas.
El próximo encuentro, bien emponchados, se realizará el sábado 13 de julio.
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